miércoles, 12 de diciembre de 2012

1.30

Pasé la tarde con unos amigos, fuimos a caminar por San Isidro, a huevear. llegamos a una calle, particularmente a una casa. La casa de Fernanda, enamorada de un amigo mio, le dijimos para salir y para una casualidad de la vida, Gabriela estaba ahí también  enamorada de otro amigo mio. Eramos loa 5, ellos y yo, el único solo.

Que casualidad que me llamase mi hermana pidiéndome la llave de la casa, fue una excusa perfecta para poder salir de ese estado incomodo, sabia lo que estaban diciendo después de que me fui, "Sigue esperando a Adela, ¿No es cierto?" "Si, aún no la ha superado, pobre." "He tratado de convencerlo pero el se aferra a la idea de que vuelva"

Tal vez estén en lo cierto, no lo sé. El hecho de olvidarla no era sencillo. Es como le dijeses a un pequeño que olvide su juguete favorito y lo desaparezca  en este caso, y de una manera muy posesiva, no hacia ella, sino al sentimiento. olvidar esos momentos de felicidad que pasamos, cuando todo en realidad no importaba si no era por ella, echarlo todo al vacío y seguir  adelante, ¿Eso tengo que hacer?
Pero si echase todo eso al vacío el seguir adelante no es una opción  ya que el mismo vacio esta adelante, seria olvidar algo y que nada cambie. Estoy aferrada al sentimiento de amor que siento por Adela, no puedo hacer nada.

Paso la semana tranquila, no hubo algo importante que resaltar, el sábado llego una reu de unos amigos, me habían invitado. Ellos quieran que lograse sacar esa idea de que Adela volverá, pero todo lo que han intentado ha sido inútil.

Salí un rato a la terraza, miraba el cielo nublado de lima, como me gustaría poder estar con ella, siquiera una vez a su lado. En eso sentí una mano coger la mía, gire mi cabeza y estaba ahí, parada frente a mi.

- Katherine, ¿Qué pasa?
- La noche esta hermosa, ¿No lo crees?
- Si, lo esta.
- Te he notado bastante pensativo estos días ¿Todo bien?
- Si, algo, no lo sé.

Aún estaba confundido sobre que hacer, mas que confundido era perdido. Katherine apoyó su cabeza en mi hombro y abrazó mi brazo.

- Tengo frió
- Entonces no deberías estar acá, en la terraza.
- Oh....
- Ten, ponte mi casaca.

Seguía pensando en Adela, miraba a Katherine y notaba ciertas similitudes, pero aún así las diferencias eran grandes. Su sonrisa y su personalidad eran parecidas, pero Adela tenia algo diferente, tal vez sea el hecho de iniciativa que tuvo al hablarme, ese coraje que yo no tenia, hasta dos meses después de su partida. Seguía agarrado de la mano con Katherine, ella seguía abrazado a mí.

- Renzo...
-Dime, Katherine.
- Ehmm
- ¿Esta todo bien? - le pregunte, mostrándola una sonrisa amigable.
- Quiero decirte algo

Por un momento Adela desapareció de mi mente, prestaba atención a lo que Katherine decía, buscaba salir de esa situación. Simplemente giré mi cabeza hacia ella, para dejarle en claro, de una forma muy indirecta, que ella era mi amiga.

- Dime con toda confianza lo que sea.
- Y-yo...

Veía como enrojecía, era, sin duda, un momento incomodo, tanto para ella como para mí. Trate de calmarla, para poder salir de esa situación.

- Oye, relájate y solo di-

Ahí fue donde ocurrió, sus labios tocarse con los míos, abrí mis ojos en forma de sorpresa, sus ojos de ella estaban cerrados, le seguí la corriente, pero después de que sus labios se separasen del mio y ella se escondiese en mi pecho, se disculpo.

- Renzo, yo... no sé
- ....
- Perdón...
- No es tu culpa, tú perdóname.

La dejé ahí, en la terraza, me despedí de mis amigos y me fui a mi casa, al salir, Katherine seguía ahí, en la terraza. Me despedí de ella.

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